El verdadero color de un pueblo en el poder
- Detalles
- Publicado: Jueves, 21 November 2019 11:41
El periódico Los Ángeles Times publicó hace unas semanas el articulo “If Cuba’s on your bucket list, here’s what the most recent changes mean for you” [Si Cuba esta en su lista de deseos, esto es lo que significan los cambios mas recientes para usted] en su sesión de Travel [viajes]. En el articulo se orienta al ciudadano estadounidense acerca de las recientes prohibiciones que limitan viajar a la isla vecina de Cuba, para disfrutar de sus playas, su vibrante cultura…y su pueblo.
Esas prohibiciones que en lo personal amenazan la libertad del ciudadano estadounidense de escoger a donde ir y que se puede o conocer, se refieren al bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos de América contra Cuba. Bloqueo intensificado por las recientes medidas de la administración de Trump que pretenden asfixiar a la población cubana para doblegar su indómita independencia. Esta administración obsesionada por su histórica frustración, maniobra quirúrgicamente en la implementación de medidas que sabotean los esfuerzos de un gobierno comprometido con el desarrollo sostenible de su pueblo. Pero la forma en que Los Angeles Times edulcora semejante restricción de libertades para un ciudadano que se considera el mas libre del mundo, es recurrir a la retórica del Secretario del Tesoro Steven Mnuchin:
“Estamos tomando medidas adicionales para aislar financieramente al régimen cubano [...] A través de estas enmiendas regulatorias, el Tesoro está negando el acceso de Cuba a divisas fuertes, y estamos frenando el mal comportamiento del gobierno cubano mientras continuamos apoyando al pueblo de Cuba que sufre mucho” [“We are taking additional steps to financially isolate the Cuban regime […] Through these regulatory amendments, Treasury is denying Cuba access to hard currency, and we are curbing the Cuban government’s bad behavior while continuing to support the long-suffering people of Cuba.”].
Steven Mnuchin confiesa los propósitos de la administración de Trump de asfixiar a Cuba financieramente y miente en su benevolencia hacia el pueblo cubano. Benevolencia que no tienen tampoco con los latinoamericanos que migran hacia los Estados Unidos de América huyendo a la pobreza acumulada en décadas de políticas neoliberales ‘made in USA’.
Pero en caso de que el lector no haya quedado convencido de todas las opciones que ofrecen para poder entrar en Cuba, el diario termina el artículo con otra posible la pregunta del lector:
¿Qué pasa si solo quiero acostarme en la playa y sacar el invierno de mis huesos? Si eres estadounidense, ve a otro lugar. En respuesta a la pregunta sobre si "viajar a Cuba para actividades turísticas" está permitido, la respuesta de la OFAC es breve: NO. [What if I just want to lie on the beach and get winter out of my bones? If you’re an American, go somewhere else. In answer to the question about whether “travel to Cuba for tourist activities” is allowable, OFAC’s[1] response is short and sweet: NO.]
Para completar la información a los lectores que desearían viajar a Cuba: la foto. Para mi es lo único no ofensivo del articulo. La playa de Santa María del Mar, la mas bella de la Habana es un arcoíris de cubanos que disfrutan lo que estuvo prohibido por los gobiernos ‘bien portados’ de la República mediatizada. El gobierno revolucionario cubano es el pueblo trabajador y multicolor como en la foto de los habaneros en la playa.
Ese azul turquesa de las aguas de la playa habanera Santa María del Mar permanecieron ocultas al disfrute de la gran mayoría de los habaneros antes del 1959. Recuerdo el día cuando mi familia descubrió ese paraíso escondido, reservado para una elite de médicos asociados a un distinguido club. Solo ellos accedían a la playa mas bella de la Habana para disfrutar de sus azules, del olor del mar que emerge de las costas tropicales, del sonido de las olas que la brisa inquieta arranca de sus aguas…pero sin el encanto de las multitudes.
Casi al cumplir los ocho años (1960), mis padres me explicaron el por que no habíamos podido ir antes. Esta fue mi primera clase de justicia social que ya había leído en los versos de José Martí en el poema “Los zapaticos de Rosa” sin saber que era cierta esa historia en la Habana. Ese poema describe como Pilar, una niña de familia rica escapa a la zona prohibida de la playa y descubre allí niños pobres, su dolor fue tanto que regala a una niña triste sus zapaticos de rosa. En la historia del poema, la madre que buscaba desesperada a su hija perdida se arrepiente de haber regañado a Pilar por estar descalza, al descubrir que la noble inocencia de Pilar intentaba hacer feliz a una familia de otra clase social.
Así, Santa María del Mar con la Revolución cubana se convirtió en el lugar preferido de los habaneros. Pero quienes más la disfrutan hoy nunca vivieron la prohibición del pasado y son parte de esa evolución en la que cada año son menos los adultos que la visitan por primera vez. Unos fueron por primera vez con la excursión del centro de trabajo después de 1959. Cuantas veces cocine algo para compartir con mis compañeros del Laboratorio Mercolo, en un ambiente familiar dejando atrás la seriedad del trabajo para contribuir al bullicio de esa playa llena de nuevos sonidos y colores. Una playa que incorporaba en ella la mezcla de colores que somos los cubanos. Recuerdo ahora a Olimpia en Mercolo, quien se convirtió de sirvienta y sin familia en una especialista cuidadora de animales de laboratorio y en maestra educando nuevas generaciones con historias de su pasado. Olimpia, de piel cobriza y bella marcaba el paso de lucha antimperialista en las nuevas generaciones y por primera vez también conocía que era disfrutar de las playas habaneras.
Pero la foto del articulo de Los Ángeles Times quizás tiene otro mensaje mas siniestro, desanimar a los turistas norteamericanos, mostrarles que las playas en Cuba están abarrotadas de gente, que no hay un espacio de quietud para el descanso, que no se pierden nada bueno visitando a Cuba…especialmente la mejor playa de la Habana, el único lugar de Cuba donde la administración de Trump ha autorizado los vuelos desde su país.
Y me pregunto además si la administración de Trump quiere impedir que los habaneros disfruten de Santa María del Mar. Si su objetivo es volver a las playas desiertas para que las minorías y elites que marcharon a Miami, vuelvan a recrearse en ellas con un pueblo ausente. Claramente una de las tantas maniobras que implementan el bloqueo persigue exactamente eso: que el petróleo no llegue a Cuba, que el transporte nacional y local se afecte que, en momentos de extrema escases, tanto el trasporte privado como el público tenga que olvidarse de los viajes a Santa María del Mar. El propósito es claro: llevar al pueblo cubano nuevamente al Periodo Especial.
Todavía en el 2000 se sentían los efectos del Periodo Especial, cuando lleve a mi madre enferma a bañarse por ultima vez en las aguas de Santa María del Mar. La playa no era la misma, le faltaban las multitudes, le faltaba la vitalidad de los habaneros. Y esta reflexión surgió exactamente contrastando ambas fotos, contrastando dos momentos históricos que nos definen. Mis padres como Olimpia, forjaron mi conciencia con sus vivencias de la República mediatizada y ‘bien portada’ al estilo que aspira Trump, ambos sufrieron mas que ningún otro en la familia el periodo especial, pero ambos murieron siendo antimperialistas, amando el cielo azul y las aguas turquesas de Cuba deseando compartirlas también con aquellos turistas que aman a la humanidad y a la naturaleza, no con expropiadores que nos regresen al pasado de sus juventudes…
Para Trump y sus seguidores, la frase internacional de la resistencia: “NO PASARAN”
Miriam Palacios-Callender, 19 de noviembre del 2019.
[1] OFAC: Office for Foreign Assets Control